Indice
- Introducción.
- Situación a 1/10/2015 en Presevo (frontera Macedonia-Serbia), Belgrado y Sid/Bapska (frontera Serbia-Croacia).
- Conclusiones
- Anécdotas y algunas reflexiones.
- Cómo ayudar. (en rojo al final del documento)
- Algunos datos sobre la crisis de refugiados de Siria.
Introducción
Tras ver en las noticias cómo llegan miles y miles de refugiados a las puertas de Europa y que les recibimos con fronteras cerradas, gas, confusión, después de que hayan arriesgado sus vidas cruzando por mar y que nuestros políticos son incapaces de llegar a un acuerdo consensuado, decidimos ir nosotras mismas a conocer la situación de primera mano para ver cómo podemos ayudar de manera eficiente desde Madrid y Londres.
Hemos pasado cuatro días en Belgrado y en la frontera de Serbia con Croacia, donde hemos podido comprobar que, a día de hoy, sí se permite el paso de los refugiados desde Grecia – Macedonia – Serbia hacia Croacia y Hungría para luego llegar a Austria y Alemania. Hay un flujo constante de personas y los gobiernos de Serbia y Croacia controlan la entrada y salida en cada país.
El mapa no muestra la ruta que actualmente están utilizando Croacia-Hungría-Austria (en lugar de Croacia-Eslovenia-Austria)
Lo que también hemos podido comprobar es que ni los gobiernos ni las grandes organizaciones se preocupan por cubrir las necesidades básicas de los refugiados. Les trasladan de un punto a otro pero sin preocuparse si tienen la ropa adecuada para estar durante horas bajo la lluvia esperando a que les tomen el registro o si han comido algo en algún momento del viaje. Es la población civil quien se está ocupando.
Por ejemplo, hay una sola entrada desde Macedonia hacia Serbia, abierta sólo para refugiados y controlada por la policía, donde les toman el registro. Ahí está la carpa de Remar (una organización estupenda de la que hablamos en detalle más adelante) dándoles comida caliente mientras esperan durante horas a la intemperie para que les tomen el registro. A muchos les llevan directamente al paso fronterizo de Serbia a Croacia donde también hay una sola entrada para los refugiados controlada por la policía, donde les toman el registro. Aquí también hay una carpa de Remar dándoles comida caliente mientras esperan también a la intemperie después de un largo viaje en autobús y de una larga caminata.
En general, la mayor parte de los refugiados pasa sólo unos días en Serbia, aunque algunos se quedan más tiempo en Belgrado esperando a algún familiar o amigo o esperando a recibir dinero para poder continuar el viaje. Su destino final, por lo que hemos podido comprobar, es siempre Alemania o Escandinavia.
Muchos llegan a Europa por mar, habiendo perdido familiares y amigos por el camino, atraviesan Grecia y Macedonia y desde ahí cruzan la frontera para entrar a Serbia. Otros, principalmente los afganos, llegan a Serbia por Bulgaria después de haber cruzado las montañas turcas a pie.
Algunos llevan dos meses viajando, otros una semana. Muchos han sufrido por el camino timos, engaños y tratos denigrantes. La gran mayoría llegan a Serbia con ropa de verano, zapatos nada apropiados para caminar y para el frío (muchas sandalias y chanclas), sin sacos de dormir ni tiendas de campaña y habiendo comido muy poco durante el camino.
La mayor parte de los refugiados vienen de Siria (muchas familias de clase media con niños) aunque muchos de los refugiados con los que hablamos vienen de Afganistán. Según datos de Save the Children, alrededor del 15% de los refugiados que llegan a Serbia son de Afganistán, el 5% de Irak, el 2% de Pakistán y el 2% de Somalia.
Hemos conocido a muchísimos niños afganos menores de 18 años que viajan solos (en muchos casos porque no había dinero para pagar el viaje para el resto de la familia). Se suelen juntar en grupos para viajar juntos, generalmente sin la protección de un adulto. Hemos conocido a algunos niños de 11 años y a muchos de 13 a 16 años.
Nos ha alegrado mucho conocer a muchísimas personas ejemplares que no pertenecen a ninguna organización y que han sabido reaccionar rápido ante el caos que ha habido, sobretodo el último mes. Han dejado de lado su rutina para dedicar su tiempo a cubrir las necesidades básicas de los refugiados que van llegando. Hemos conocido voluntarios no sólo locales de Serbia sino también croatas, alemanes, austriacos, checos, ingleses, americanos, suecos, franceses, rumanos, portugueses y, con mucha alegría y orgullo, españoles.
Los voluntarios se ocupan de cubrir las necesidades más básicas de los refugiados, repartiendo comida caliente, ropa de abrigo, zapatos aptos para andar, productos pequeños de higiene, chubasqueros, sacos de dormir, tiendas de campaña, mochilas, pañales, portabebés, bolsas de comida para el siguiente trayecto del viaje… Cada día cambian las necesidades y los voluntarios actúan de manera muy eficiente para intentar conseguir lo que necesita cada persona que llega.
Todas las personas involucradas en atender a los refugiados coinciden en que es muy difícil planificar porque la situación cambia a diario dependiendo de las decisiones políticas en relación a las fronteras, de decisiones internas de cada país respecto a si toman registro a los refugiados al entrar al país, si el gobierno decide organizar transporte para su tránsito por el país, si organizan un campamento donde les toman registro, etc.
Hay muy poca información oficial. Los voluntarios están en contacto a través de Facebook, compartiendo información de cada punto de paso para poder informar a los refugiados y para intentar organizar ayuda en el punto más necesitado en cada momento.
Según datos de Save the Children, este año han llegado a Serbia más de 135.000 refugiados de camino a otros países de Europa, de los cuales más de 25.000 son niños, incluyendo al menos 5.753 menores que viajan solos estando en situación de riesgo ante posibles abusos, explotación infantil y tráfico de menores. Esto equivale aproximadamente a uno de cada 4 niños que ha llegado a Serbia este año.
Situación a 1 octubre de 2015
Presevo (frontera Macedonia-Serbia)
Parece que la gran mayoría de refugiados están llegando a Serbia por la frontera con Macedonia, por Presevo. Algunos llegan a pie y otros en buses o taxis. Nos han contado que muchas veces les engañan, como el caso donde el conductor de un autobús de 50 personas cobró €60 por pasajero por un trayecto de 4km.
Al llegar a Presevo se forma una cola de unos 6 metros de ancho y 2 km de largo. Van pasando de tres en tres para registrarse y les cachean para asegurarse de que no llevan armas ni nada de contrabando.
Nada más entrar, se encuentran con una carpa de una asociación española que se llama Remar. Ahí les ofrecen te, sopa y fruta. En la carpa de Remar están constantemente dando comida y calculan que en un día dan comida a más de 3.000 personas (frente a la versión oficial de que por ahí pasan unos 1.500 refugiados al día) y no dan abasto, hay gente que se queda sin comer.
Muchos llegan empapados porque en los últimos días ha estado lloviendo. Ante la impotencia, los voluntarios de Remar han llegado a poner sus propios calcetines talla 43 a un bebé para quitarle el frío de los pies. Presevo es un pueblo muy pequeño y Remar hace grandes esfuerzos por conseguir comida para tanta gente, pero no pueden ocuparse de darles ropa. Se gastan aproximadamente entre 250 y 400 euros al día en dar de comer a la gente, dependiendo de la donaciones en especie que hayan recibido. También intentan darles una bolsa con algo de comida para el siguiente viaje hasta Belgrado o hasta la frontera con Croacia.
Los locales de Presevo se quejan de que Remar dé comida gratuita porque dicen que les quitan negocio. De hecho algunos sacan alargadores de sus casas y cobran 1€ a los refugiados por cargar un móvil.
Para más información sobre Presevo y videos buscar Remar Rumania en Facebook
Desde Presevo los refugiados van en autobuses pagando entre 5 y 10 euros hacia a Belgrado o Sid/Bapska (frontera Serbia y Croacia) (aunque algunos nos dijeron que estaban cobrando €25 por persona). Los que van a Belgrado se quedan ahí desde unas horas hasta varios días o incluso semanas (conocimos a un afgano que estuvo en la frontera con Hungría donde le gasearon y pegaron, por lo que prefirió volver a Belgrado por miedo a que le vuelva a pasar lo mismo).
Belgrado
Hemos estado en Belgrado excepto el miércoles que fuimos a la frontera con Croacia. En Belgrado los refugiados se quedan en la zona cercana a la estación de tren y de autobuses. Duermen en dos parques pequeños en tiendas de campaña pequeñas, encima del barro. Esta semana ha llovido y hacía bastante frío. En estos parques tienen acceso a agua potable en un camión cisterna con grifos donde se lavan, cuartos de baño portátiles y una pequeña estación para cargar móviles. Hay un container de Cruz Roja (no sabemos muy bien lo que ofrecen pero no había nadie alrededor) y una pequeña caseta Info Park donde dan mapas, avisos y enchufes para cargar móviles. Save the Children organiza algunos juegos en el parque para niños.
Camión cisterna donde se lavan:
Caseta de información en el parque:
Estos eran los requisitos para ser atendido por Cruz Roja:
Cargador de móviles:
De 10h a 16h los refugiados van a Miksaliste, que es un solar abandonado donde la población civil de Belgrado ha organizado ayuda al ver la situación en que llegaban miles de refugiados. El grupo de voluntarios se llama Refugee Aid Serbia. Clasifican y reparten lo que reciben de donaciones de ropa y comida (principalmente pan, galletas, agua, zumo, sopa, productos de higiene, pañales). La ropa la organizan por sexo y talla y los zapatos también están organizados por talla. Actualmente tienen exceso de ropa y falta de zapatos y de ropa de invierno.
Cuentan con la ayuda de muchos voluntarios locales y extranjeros y están muy bien organizados. La coordinadora es una española estupenda y muy eficiente que se llama Lissett y que vive en Belgrado (nos dedicó mucho tiempo a pesar del lío que tienen para explicarnos la situación y cómo están organizados).
Necesitan zapatos constantemente, pueden repartir unos 30 zapatos en una hora. Nosotras acompañamos a unos voluntarios a comprar 300 zapatos, 1.000 calcetines, chubasqueros, mochilas, cinturones. Esto no lo pueden hacer a diario, depende de las donaciones que les llegan de particulares.
Cada día comunican lo que necesitan a través de su página de facebook https://www.facebook.com/refugeeaidserbia
Lo ideal es comprar ahí lo que se necesita cada día porque nos explicaron que muchos camiones con donaciones se quedan en la frontera: la ropa usada necesita una acreditación de higiene (que está lavada), no admiten el paso de zapatos usados por la frontera y a los zapatos nuevos les aplican aranceles. Por otro lado, comprar en Belgrado no es fácil porque no existe nada similar a Decathlon o Carrefour. Un voluntario inglés se recorrió los polígonos de los alrededores hasta que consiguió encontrar un distribuidor al por mayor con zapatos buenos para andar, al mejor precio, así que ahí fue donde fuimos a comprar.
Es chocante cómo llegan algunos con zapatos completamente destrozados, o zapatos que no son de su talla, sin suela, sin plantilla, empapados por la lluvia, en sandalias, chanclas… Teníamos que haber hecho más fotos de los zapatos.
Lissett nos comentaba que es muy difícil planificar y organizar la ayuda porque una semana antes llegaban a diario unas 2.000 personas, muchas familias, mientras que estos últimos días eran principalmente hombres y en menor número (unos 700 al día). Por ejemplo, están empezando a entrar refugiados por la frontera con Bulgaria por lo que los voluntarios están organizándose para darles apoyo allí también y no se sabe si aumentará el flujo de personas que llegan o no.
En Miksaliste hay una carpa de Save the Children con un rincón para madres con hijos. Un día llevaron unos payasos. Había pocos niños pero los adultos estaban encantados, se entretuvieron mucho.
Están estudiando junto con Cáritas poner un camión cisterna con un contenedor para duchas.
Algunos refugiados que hablan inglés se quedan unas horas para hacer de interlocutores con los voluntarios.
Muy cerca de Miksaliste acaba de abrir UNICEF, junto con el Danish Refugee Council, un local del Ministerio de Defensa donde pueden pasar unas horas madres con niños, aunque nos han explicado que no van muchas familias porque no dejan pasar a los padres.
También cerca de los dos parques donde se quedan los refugiados hay un pequeño local donde dan acceso a Internet con unos 4 ordenadores, folletos con información legal sobre solicitud de asilo, folletos con información sobre el peligro de minas antipersona en Croacia y un rincón de Save the Children.
La gran mayoría de los refugiados están en contacto con sus familias vía facebook o llamando por viber en el momento en que encuentran wifi gratuito. Se prestan teléfonos entre ellos y también están en contacto con otros refugiados con los que se intercambian información acerca del viaje. Muchos decían que sabían de antemano que al llegar a Serbia les iban a tratar bien porque ya lo habían oído por otros que van delante en el camino.
Sid/Bapska Tovarnik y Opatovak (frontera Serbia-Croacia)
El miércoles estuvimos en varios puntos de la frontera de Serbia y Croacia: Sid/Bapska, Tovarnic y Opatovac. Los croatas han dicho que no quieren recibir a los refugiados individualmente ni en grandes grupos, así es que los serbios los llevan a un solo paso fronterizo en autobuses de 50 personas. Este punto fronterizo (Sid/Bapska) está solo abierto para refugiados, a nosotras no nos dejaron pasar.
Al llegar a la frontera les bajan de los autobuses para que crucen la frontera a pie. Esto suele ocurrir de noche y si llueve se mojan. En este paso a ambos lados de la frontera hay un par de carpas pequeñas con voluntarios ofreciendo té y pan. No tenemos claro cuánto tenían que andar, pero nos han dicho algunos voluntarios que tienen que andar varios kilómetros.
En ese paso fronterizo conocimos a Lana, una voluntaria croata que trabaja para Centre for Peace Studies en Zagreb y por tanto tiene acreditación para poder entrar en el campamento de Opatovac (controlado por la policía y los militares) y también ayuda en el paso fronterizo haciendo compañía a los refugiados que esperan algunas horas a que llegue el autobús a recogerles. Nos contaba que muchas veces se ponían a cantar para pasar el rato.
http://welcome.cms.hr/index.php/en/about/
Carpas de voluntarios preparados para la llegada de los autobuses:
Punto donde paran los autobuses en el paso fronterizo entre Serbia y Croacia:
Mientras estábamos en el lado serbio de la frontera vimos llegar un autobús lleno de familias sirias. Estuvimos hablando con una madre que viajaba con sus cuatro hijos (una niña de 4, un niño de 7, un niño de 11 y una niña de13 años). Hablaban muy poco inglés y por señas les dijimos que éramos del Real Madrid y se reían, ya que el de 7 años llevaba un gorro con el escudo del Madrid. Les vimos un momento sólo porque les hacían pasar rápido hacia el lado croata. Era de noche y hacía mucho frío.
Al otro lado de la frontera les recogen otros autobuses que les llevan a Opatovac, un campamento a pocos kilómetros donde hay mucha policía y militares (no nos dejaron hacer fotos). Ahí toman el registro de cada persona antes de que vuelvan a partir en autobús o tren a Hungría. El gobierno croata tiene control de cada refugiado en todo momento que está en territorio Croata y procuran que el tránsito por el país sea de unas horas.
A la entrada del campamento hay una carpa de Remar donde les ofrecen sopa, té, pan y fruta mientras pasan por el registro. Tuvimos la gran suerte de conocer a Loli y a su marido, que son las dos personas de Remar dando de comer a los miles de refugiados que pasan por ahí a diario. Son dos personas ejemplares. Incluso duermen en una tienda de campaña en la entrada del campamento.
Aquí estamos con Loli de Remar Croacia:
Para más información sobre Opatovac mirad este link:
https://www.facebook.com/remar.croatia?fref=ts
Las personas que necesitan ayuda médica se quedan en el campamento de Opatovac donde les atienden Cruz Roja, ACNUR, Médicos Sin Fronteras y Greenpeace. También vimos una furgoneta del Servicio Jesuita al Refugiado. Opatocac es un campamento con capacidad para 6.000 personas pero meramente de tránsito, no pasan más de 24 horas ahí.
De Opatovac les llevan a la frontera con Hungría y de ahí les llevan a Austria.
Desde que volvimos del viaje estamos en contacto con Loli y Juan Carlos que están en Opatovac (Serbia-Croacia) y en Presevo (Macedonia-Croacia) y nos están contando que estos días está llegando incluso más gente y que se complica la situación porque Hungría está empezando a tomar el registro a la entrada de su frontera por lo que los tiempos de espera en tramos de viaje se van alargando.
Conclusiones
En nuestra corta estancia en Serbia hemos podido constatar que el paso de los refugiados fluye, en Serbia y en Croacia la mayoría de los refugiados únicamente están de tránsito. No están bloqueados en Serbia, a pesar de los problemas recientes en las fronteras de Hungría y Croacia (que han estado en algún momento cerradas). Hemos visto que los gobiernos permiten el paso de los refugiados pero ni ellos ni las grandes organizaciones les proporcionan las necesidades básicas, tales como comida, techo y ropa. Esto es muy preocupante ahora que empiezan a bajar las temperaturas.
Nosotras sólo hemos podido ver cómo es el viaje de los refugiados en unos puntos muy concretos de su largo recorrido (que por lo que hemos oído es la parte del viaje en la que mejor se les trata), por lo que desconocemos cuáles son las necesidades y condiciones en otros puntos como Grecia, Bulgaria o Hungría. Pero nuestra conclusión, después de hablar con voluntarios y refugiados, es que la mejor forma de colaborar desde la distancia es apoyando a los que están en contacto directo con los refugiados, sirviéndoles la sopa o dándoles zapatos, ya sea financiándoles directamente (abajo explicamos cómo) o yendo a los puntos de ayuda de Remar porque están faltos de voluntarios. Los voluntarios apenas descansan unas horas y hemos podido constatar que su trabajo es agotador.
Otro tema que nos ha parecido muy preocupante son la cantidad de menores que viajan sin adultos. Son muy vulnerables a contrabando, prostitución, trafico, etc.
También hemos pensado que ayudaría si hubiera alguna carpa en los parques de Belgrado donde hubiera algún tipo de entretenimiento para los que se pasan el día entero ahí sentados. Si fueran mujeres sería más fácil porque con un ovillo de lana y unas agujas estarían entretenidas. Para los niños menores es más difícil, tendría que ser algún tipo de juego, guías de países de Europa, música, clases de inglés, películas en inglés, revistas o periódicos, facebook, etc.
Hemos visto también que faltan intermediarios culturales y traductores, porque viajando durante semanas con cansancio, estrés etc., si además no pueden contactar con sus seres queridos, se hace aún más duro el camino. Por eso es fundamental que en el trayecto tengan posibilidad de teléfono, Internet y de hablar con alguien con quien se puedan entender, sobretodo en el caso de madres con niños, para ver cuáles son sus necesidades y que entiendan que todo está bien.
Nos ha impactado mucho ver la generosidad de los voluntarios. Por ejemplo, Loli de Remar Croacia tiene 7 hijos, Juan Carlos de Remar Rumanía tiene 8 hijos, Lissett de Refugee Aid Serbia tiene 3 hijos… Muchos pensamos que con esa carga no podemos irnos a hacer labores como las que están haciendo ellos y eso no es cierto, ¡Todo es posible cuando uno de verdad siente que lo único que tiene sentido en la vida es ayudar a los demás! Incluso conocimos a una americana que había volado hasta Belgrado para ayudar y aportar los donativos que habían recogido en su parroquia. Nos ha sorprendido no ver a las iglesias locales ayudando u ofreciendo su espacio.
Ya estamos de vuelta en casa. Volvimos haciendo escala en Berlín… Lo que darían muchos por coger nuestro vuelo y pasar los controles aeroportuarios sin ningún tipo de estrés…
Anécdotas y algunas reflexiones
Había un chico sentado en la estación portátil para cargar móviles que había en el parque. Estaba solo sentado mirando al vacío. Se le veía solo y con semblante muy serio. Le preguntamos y nos dijo que esa noche se iba a la frontera. Que sus padres y hermanos se habían tenido que quedar en su país. Daba mucha pena pensar por lo que habrá tenido que pasar en su despedida de su familia, de su ciudad y en su periplo hasta Belgrado. Es difícil imaginarnos a cualquier hijo o sobrino nuestro tan solo en sitios desconocidos y sin saber lo que le depara el futuro.
En uno de los parques de Belgrado vimos una familia que recogía su tienda de campaña y corría hacia la estación de autobuses. Vimos cómo la madre le decía a su hijo que se pusiera toda la ropa que pudiera puesto que les serviría por el camino. El niño protestaba porque tuvo que ponerse unos pantalones de chándal, encima unos vaqueros y varias capas de jerseys y chaqueta.
Mientras ayudamos a los voluntarios de Remar a repartir sopa, té, fruta, galletas y pan con mermelada y mantequilla (les encanta la mantequilla y lo dulce!!), pudimos “conocer” un poquito más a algunos de los chicos que se acercaban a la carpa:
Algunos no se acercaban sólo por la comida, sino también por la compañía, por estar un poco en el lío de los voluntarios y de charleta antes de meterse en sus tiendas de campaña (los padres con niños pequeños se metían rápido en sus tiendas, pero aun así se debían congelar porque nosotras teníamos forro polar y botas y se te metía el frío por las lumbares. Y ellos tan lejos de una ducha caliente…).
Uno de los niños por ejemplo se puso también guantes de plástico para ayudarnos a partir pan y untar mantequilla y mermelada. Deben estar deseosos de hacer algo porque tantas horas y días de espera sin poder hacer nada tiene que ser muy frustrante (los afganos menos por tener menos posibilidades, pero los sirios eran chicos que parecían bastante formados).
Había varios niños de 11 años y nos llamó especial atención un niño que debía de ser mudo y que estaba todo el rato alrededor de los voluntarios queriendo ayudar, cargando con las cacerolas que pesaban muchísimo. ¡Nos los hubiéramos metido a todos en la maleta!
Nos explicaron que muchos niños de Siria huyen porque al cumplir los 16 años les obligan a unirse al ejército.
Otro chico que conocimos era afgano y debía ser de clase media-alta porque nos dijo que había estado en Valencia y Barcelona y que había estudiado business en el Reino Unido. Nos dijo que no le quedaba familia, a sus padres les habían matado los talibanes hace dos meses por pensar que tenían algo que ver con ingleses y americanos. Muy orgulloso nos dijo que su madre era psicóloga (lo cual tiene mucho mérito en Afganistán, donde a las mujeres se les debe limitar mucho).
También conocimos a otro chico afgano que nos contó que era hijo único, sus padres están en Afganistán, él lleva ya 2 meses de viaje pero aún no ha podido entrar en Hungría porque de ahí les echaron de mala manera y por el momento se queda en Belgrado, por el temor que tiene a que le vuelva a pasar lo mismo al intentar cruzar a la Unión Europea. El pobre casi no habla inglés y nos dijo que no había ido al colegio ni sabía casi leer ni escribir, que su país es muy pobre.
Muchos de los que se acercaban sonreían y daban las gracias por lo que se les daba en la carpa de Remar, y tenían ánimo de hablar un poco de temas como sus nombres, de dónde venían, a dónde querían ir, que nosotras somos de Madrid, Real Madrid, etc. pero otros eran muy serios, y es perfectamente comprensible, con el cansancio y estrés emocional que deben arrastrar (y por lo que habrán tenido que dejar al partir de su país o lo que habrán perdido en lo que llevan de viaje, que algunos incluso habían perdido a familiares por el camino).
El fútbol les hacía sonreír porque antes de darles el té les preguntábamos si eran del Real Madrid o del Barça y si eran del Barça les decíamos que lo sentíamos pero no les dábamos té. Entonces sonreían y decían ‘Real Madrid Real Madrid, Messi no, Real Madrid’.
Había un chico de unos 15 ó 16 años que decía que jugaba muy bien al fútbol, que había viajado mucho para jugar partidos regionales. Le dijimos que entonces acabaría jugando en el Bayern de Munich pero decía que no, que él se quería venir con nosotras a España para jugar en el Madrid y que cuando fuera rico nos daría el dinero. Nos dio muchísima pena ver la ilusión que tenía y el chasco cuando le dijimos que no volvíamos a Madrid en coche sino en avión.
Carpa de Remar en uno de los parques de Belgrado (donde estuvimos ayudando a servir comida caliente):
Nos contaron también que algunos refugiados cruzan a Grecia en unas barcas que funcionan con control remoto. En una ocasión se perdió el contacto del control remoto y tuvieron que remar para llegar a tierra.
También nos dijeron que en muchas ocasiones se caía gente de las lanchas pero que los conductores no paraban a rescatarles por miedo a que les pillara la policía. Seguían su rumbo sin volver a recogerles.
Asimismo, nos contaron el caso de una mujer que dio a luz antes de cruzar una frontera y no quiso parar tras el parto por miedo a que luego tuviera dificultades en continuar su viaje, por problemas de cierre de fronteras, etc. Así que la pobre mujer (y su bebé) debieron pasar unos días muy duros al no poder estar ni unos pocos días de reposo.
En Miksaliste fue gracioso ver lo contentos que se ponían los chicos al ponerse sus zapatos nuevos. Como compramos 300 pares en 3 modelos, en el parque luego les veías a todos con zapatos iguales relucientes (hasta que vuelva a llover, que no hay casi nada verde en el parque, es casi todo barro!!).
Nos contó Dubravka, una empleada de Save the Children, cómo un día llegó a la oficina y se encontró a un refugiado delante de la puerta. Le preguntó si podía ayudarle y él le explicó que era de Irak y que allí había trabajado para Save the Children. Incluso le enseñó su tarjeta de identificación de la organización y fotos del campo de refugiados donde había trabajado. Dubravka pensó que sería estupendo que pidiera asilo en Serbia y se quedara a trabajar con ellos puesto que necesitaban la ayuda de un mediador cultural, él era perfecto. Sin embargo, con mucho dolor decidió seguir su viaje hacia Alemania porque en Serbia el proceso de asilo duraría al menos 6 meses, sin garantía de que se lo otorgaran y sin tener medios con los que vivir mientras esperaba la resolución.
En Tovarnik estuvimos con un grupo de alemanes y austriacos que reúnen esfuerzos por montar una plataforma móvil donde cargar móviles y para unificar información obtenida de distintas fuentes (por teléfono, internet, visitas al terreno, etc.) y facilitar un resumen de las rutas por las que suelen pasar ahora los refugiados que atraviesan Serbia. Gracias a ellos tuvimos acceso a información valiosa de mapas y contactos que van actualizando la información de lo que ocurre en los distintos sitios de paso de los refugiados. Su misión es informar a los refugiados de lo que les espera en el siguiente trayecto de su viaje, para que no sufran más de lo inevitable debido a la incertidumbre.
También había un grupo de alemanes con su caravan lleno de verduras que picaban durante varias horas para luego cocinar con arroz. Tardaban en prepararlo pero lo hacían con su mejor intención intentando dar algo de comida sana a los refugiados que seguramente no habrán tomado verdura desde que salieron de sus casas.
Nos impresionó ver cómo muchos alemanes y austríacos han cogido su coche o caravana y se mueven por territorio croata y serbio buscando la forma de ayudar, dejando su rutina en standby por el tiempo que consideren necesario.
Lo cierto es que llegamos a Belgrado bastante perdidas, porque el viaje lo decidimos ese fin de semana y no sabíamos ni dónde ayudar en esa ciudad. Save the Children nos dijo dónde estaba el parque y ahí empezó todo: seguimos andando a unos refugiados porque supusimos que iban a algún sitio donde asearse u obtener comida, y así dimos con Miksaliste (el centro de Refugee Aid Serbia) y a los pocos segundos de entrar tuvimos la suerte de conocer a Lissett, la coordinadora. Igual que tuvimos suerte de conocer de cerca el magnífico trabajo de los equipos de Remar, al coincidir en persona con el equipo de Belgrado, Presevo y Opatovac. Nos tocó mucho el corazón el amor, desinterés, esfuerzo y cariño de la gente de Remar. Su vida la dedican por entero a ayudar a los demás, y no lo ven como un sacrificio, sino como algo completamente natural y que no pueden dejar de hacer.
De camino a Madrid, pensamos en el sufrimiento de esos miles de personas que se han tenido que marchar de su país en contra de su voluntad, los horrores que habrán visto esos niños, los riesgos y sufrimiento por los que pasan, la de tiempo que van de un sitio a otro sin saber dónde van a acabar y si van a conseguir estudios/trabajo, rehacer sus vidas e integrarse en un país totalmente desconocido…y eso sin pensar en lo inhumano y agotador que es viajar sin poder asegurarse comida, cama, ducha, techo, etc. y cómo cargan con todo, van prácticamente con lo puesto. Y los que no tienen suficiente dinero para tan largo viaje, tienen que hacer mucho a pie o parar en algunos sitios hasta que les llega más dinero de sus familiares.
Cómo ayudar
Remar (http://www.remar.org)
La ONG Remar, presente en 72 países, acude a todas las situaciones de catástrofe para ayudar a través del trabajo misionero. Carecen de gastos administrativos y dedican absolutamente todo el capital y las donaciones materiales a la asistencia integral de los necesitados.
Su misión es ayudar con amor teniendo siempre como eje principal la dignidad de la persona.
Loli es la persona encargada de Remar Croacia. Nos contó cómo aparecieron muchísimos refugiados al lado de su casa porque vive a escasos metros de la frontera entre Croacia y Eslovenia. Abrieron las puertas de su casa para alimentar a muchísimos refugiados, dejarles cargar sus móviles, ayudar a mujeres con niños. Incluso se ocuparon de un niño de 11 años que se perdió de su familia durante cuatro días. Nos contó cómo el pueblo entero se volcó para ayudar a toda la gente que llegaba.
A partir de entonces decidieron ir a distintos puntos de la frontera con Hungría, Croacia y Macedonia para dar comida y apoyo a los refugiados que van pasando.
También hemos conocido a los equipos de Remar Rumania (Juan Carlos y su mujer, ambos españoles) y el equipo de Remar Suiza (Andrei y su mujer, de Rumanía). La noche del jueves les ayudamos en uno de los parques de Belgrado a dar de comer a las personas que llegaban sin cesar hasta las 00:30h. Al día siguiente vuelven muy pronto por la mañana para terminar de recoger, limpiar y prepararles el desayuno (té con galletas).
Cristina con Juan Carlos:
Los voluntarios gastan lo mínimo indispensable porque no tienen sueldo y su lema es gastar lo mínimo posible y en lo estrictamente necesario. Como nos decía Juan Carlos, si se gasta un euro es porque no hay más remedio. Los que hemos conocido dormían en tienda de campaña, caravana, en el piso de otra voluntaria o en habitaciones alquiladas. Con objeto de gastar lo mínimo posible, cuelgan un cartel en la carpa que tienen en el parque con una lista de lo que necesitan para ese día por si los ciudadanos pueden aportarles cosas como té, pan, mantequilla, mermelada, ingredientes para sopa, etc.
La tarde-noche del jueves 1 de octubre, que fue cuando nosotras estuvimos ayudando en la carpa de Remar en el parque de Belgrado, fuimos a comprar unas 30 barras de pan, bastantes tarros de mantequilla y de mermelada, té, azúcar e ingredientes para la sopa. Teníamos que reponer porque seguían llegando refugiados a la carpa y nos quedábamos sin pan. Si ese día no se hubiese dado la casualidad de que dos civiles como nosotras pasaban por ahí y aportaban lo que se acababa, el pan no hubiese sido suficiente para todos. Por eso somos conscientes de la terrible necesidad de que alguien les done/de provisiones a diario para que puedan tener los ingredientes necesarios para distribuir comida.
Actualmente Remar está en los principales sitios de paso donde la policía les toma el registro:
- Presevo (frontera Macedonia-Serbia)
- Belgrado
- Opatovac (frontera Serbia-Croacia)
- nos comentaron que otro equipo iba a Grecia en los próximos días
Podemos donar a través de su página web de ayuda a los refugiados http://www.remar.org/sos-siria.html o directamente por transferencia a la siguiente cuenta bancaria de Remar Rumanía desde donde están gestionando y coordinando las ayudas. Nos insiste Juan Carlos que nos pueden mandar todas las facturas y justificantes así como fotos por email. El importe íntegro del donativo es para compra de alimentos:
ASOCIATIA CENTRUL REMAR
IBAN: (RO33 BTRLEURCRT 0303380601)
SWIFT CODE: (BTRLRO22)
CIF: 34766879
Por supuesto también están encantados de recibir la ayuda de voluntarios que puedan ir ahí, aunque sólo sea unos días, para ayudarles a dar comida caliente. Ellos también dedican tiempo a hablar con los que pasan por su carpa, para conocerles, ver la situación de cada uno, darles conversación, cariño, risas, abrazos…tratando de hacer que se sientan queridos.
Refugee Aid Serbia (https://www.facebook.com/refugeeaidserbia)
Esta página de facebook la han montado los voluntarios locales y extranjeros que están ayudando desde el centro Miksaliste en Belgrado. Este centro de ayuda está en una zona de bares abandonada en la orilla del río Saba, donde está planificada la construcción de una zona nueva que rehabilita la orilla del río Saba (Belgrade Waterfront).
En esta página de facebook los voluntarios cuelgan un listado de las cosas que necesitan cada día y también cuelgan información para estar al día de lo que va ocurriendo ahí. Actualmente ayudan a diario a entre 750 y 1.000 refugiados.
Es de alabar el esfuerzo de los ciudadanos que desinteresadamente han dejado sus labores del día a día para volcarse en mejorar las condiciones de los refugiados durante el tiempo que están en Belgrado. Lissett por ejemplo, una española que vive en Belgrado y tiene tres hijos, se pasa prácticamente todo el día en el centro. También conocimos a Luke, un voluntario inglés que estaba viajando por la zona y decidió quedarse para ayudar.
Lissett nos contó cómo ella estuvo en primera fila cuando la policía húngara empezó a lanzar gas en la frontera con Hungría. Recuerda que fue horroroso, no podía abrir los ojos y que incluso entraron en territorio serbio y siguieron gaseando a la gente desde ahí.
Podemos donar directamente en la web que tienen para donaciones https://www.gofundme.com/BFVC-Refugee-Aid y, como estamos en contacto directo con ellos por whatsapp, nos han dicho que podemos avisarles cuando les hagamos un donativo y decirles para qué queremos que se destine el dinero (por ejemplo compra de zapatos). Luego nos pueden mandar foto de lo que han comprado o de las facturas, si fuera necesario.
También están encantados de contar con más voluntarios. Se les puede contactar en refugeeaidserbiavolunteers@gmail.com
Save the Children (http://www.savethechildren.org)
Save the Children está presente en muchos rincones ofreciendo espacios para madres con niños.
Estos días estaban trabajando equipos de diferentes países para ver cómo pueden dar apoyo y protección a los miles de menores que viajan solos. Estiman que hay unos 6.000 menores viajando sin adultos. Están estudiando cómo estructurar centros de acogida de día y centros de noche para proteger a estos niños, pero tienen que tener mucho cuidado porque legalmente no se puede acoger a alguien que puede estar en situación irregular en el país y porque los menores pueden intentar escaparse para seguir su camino, con el resultado de que ya habrían perdido al grupo con el que viajaban y estarían aún más desprotegidos.
Estamos en contacto con las personas que coordinan el proyecto desde Belgrado y nos avisarán si ven alguna forma en la que podamos colaborar.
También se puede donar haciendo un donativo:
http://www.savethechildren.org.uk/about-us/emergencies/syria-appeal
Telecom Sans Frontiers (http://www.tsfi.org/en)
No hemos conocido directamente a esta organización pero hemos hablado con ellos y nos ha parecido muy útil la ayuda que proporcionan. Consiste en dar conexión de Internet por satélite a los más de 3.000 refugiados que pasan cada día por Presevo, permitiéndoles seguir en contacto con sus familiares y amigos o conectarse a las noticias. Este servicio es muy importante especialmente en zonas más incomunicadas o rurales, como es el caso de Presevo.
Algunos datos sobre la crisis de refugiados de Siria
El conflicto en Siria comenzó en la primavera del 2011 y desde entonces se ha convertido en la mayor emergencia humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial.
Antes de la guerra, Siria tenía una población de unos 22 millones de personas. Hoy más del 50% de la población Siria está en situación de desplazamiento:
- Se estima que más de 7 millones de sirios están desplazados dentro del país.
- Más de 4 millones de personas se han convertido en refugiadas, abandonando sus casas buscando un refugio seguro en países vecinos.
Hay más de 4 millones de refugiados de Siria (el 95%) en sólo cinco países: Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto:
- Turquía acoge a 1,9 millones de refugiados de Siria, más que ningún otro país del mundo.
- Líbano acoge a unos 1,2 millones de refugiados de Siria, lo que equivale a alrededor de una de cada cinco personas de la población del país. Los refugiados sirios más vulnerables de Líbano reciben sólo 13,50 dólares estadounidenses al mes, es decir, menos de medio dólar al día para ayuda de alimentos.
- Jordania acoge a unos 650.000 refugiados de Siria, lo que equivale aproximadamente al 10% de su población. Más del 80% ciento de los refugiados sirios de Jordania viven por debajo del umbral de la pobreza del país. Jordania alberga el que es ya el segundo mayor campo de refugiados del mundo, Za’atari, que acoge a más de 100.000 sirios que han huido de la guerra.
- Irak, donde 3 millones de personas han sufrido desplazamientos internos en los últimos 18 meses, acoge a 249.463 refugiados de Siria.
- Egipto acoge a 132.375 refugiados de Siria
Los países del Golfo –Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Kuwait y Bahréin– no han ofrecido ninguna plaza de reasentamiento para refugiados sirios.
Otros países de altos ingresos, como Rusia, Japón, Singapur y Corea del Sur, tampoco han ofrecido ninguna plaza de reasentamiento.
En la Unión Europea:
- Alemania ha prometido 35.000 plazas para refugiados sirios a través de su programa de admisión humanitaria y del patrocinio individual, aproximadamente el 75% del total de la UE.
- Alemania y Suecia han recibido entre las dos el 47% de las solicitudes de asilo sirias en la UE entre abril de 2011 y julio de 2015.
- Excluidas Alemania y Suecia, los 26 países restantes de la UE han prometido unas 8.700 plazas de reasentamiento, lo que equivale al 0,2% de los refugiados sirios de los principales países de acogida.
Los niños son los principales afectados por este conflicto: 5,5 millones de menores están desplazados y 10.000 menores han fallecido a causa de una guerra que en total se ha cobrado unas 220.000 vidas.
Los sirios que huyen de la violencia lo han perdido todo y en muchos casos sólo les queda la ropa que llevan puesta. Dependen de la buena voluntad de las comunidades de acogida para sobrevivir.
Nota: Hemos hablado siempre de ‘refugiados’, aunque somos conscientes de que algunas de las personas que están llegando a Europa pueden ser emigrantes económicos. Según los estatutos oficiales de ACNUR:
«Un refugiado es una persona que debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de su país; o que careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales acontecimientos fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores no quiera regresar a él».
Según cifras oficiales, a fines del año 2013 había aproximadamente 16,7 millones de refugiados en todo el mundo y a finales del 2014 había 19,5 millones. Aproximadamente la mitad de los refugiados en todo el mundo son niños y adolescentes menores de 18 años.
Más allá de las personas con la condición legal de refugiados, se estima que la cantidad total de personas desplazadas de sus hogares en todo el mundo actualmente es de 60 millones.
Más de la mitad (52%) de los refugiados en todo el mundo provienen solamente de cinco países: Siria, Afganistán, Somalia, Sudán y Sudán del Sur. El 80% de los refugiados son recibidos por países desarrollados, principalmente en Europa. Los países que reciben mayor cantidad de solicitudes de asilo son Alemania, Francia, Suecia y el Reino Unido.
Beatriz y Cristina
A 2 de octubre de 2015